domingo, 26 de diciembre de 2010

En mi afán de saber...



Los días 27 y 28 de noviembre probé una nueva experiencia. Asistí a un taller de ilustración que organizó Ilustrarte en Madrid e impartió, ni más ni menos que Emilio Urberuaga. Rodeada de ilustradores, de creatividad y de ese lenguaje en imágenes en el que sólo ellos pueden narrar, pasé aquél fin de semana. Lo bueno de ese taller es que aprendí muchas cosas y conocí gente muy buena en lo suyo. Lo malo es que me quedé con ganas de aprender muchas más y descubrí lo difícil que es contar como cuenta un ilustrador.
Me pregunté mil veces ¿qué pintaba yo allí? Llegué a la conclusión de que pintar, lo que se dice pintar era una de mis limitaciones.
Me ocurre que, además de cuentista, siempre he sido lo que se viene a llamar una "catacaldos" y eso me ha hecho disfrutar de un montón de momentos inolvidables y conocer gente maravillosa, como en esta ocasión.

1 comentario:

susanarosique dijo...

¡Hola, guapa!Yo también disfruté mucho en el taller, y creo que el hecho de haber sido un grupo multidisciplinar nos ha enriquecido más a todos, porque de eso se trataba, de aprender, no de ir a lucirse, ¿no? Un abrazo, Susana.