martes, 4 de diciembre de 2012

¡Ya está aquí mi esperado CAMUÑAS !


 

Ha sido editado por OQO e ilustrado por la danesa Charlotte Pardi con divertidas y entrañables ilustraciones.
Un libro tan esperado como este, creo que bien se merece una entrada en este blog. Me gustaría contaros en qué me inspiré para escribir este cuento. Es larga la historia pero ahí va:
Como algunos ya sabéis, nací en un pueblo de la provincia de Toledo. Allí había una frase que los padres y abuelos decían a sus hijos y nietos para amedrentarles cuando no les hacían caso: "¡Que viene el Tío Camuñas!".  Lo cierto es que, sin tener ni idea de quién era ese "Tío", todos obececíamos de inmediato.
Yo tendría unos tres años cuando mi familia se trasladó a vivir a Madrid. Mis padres, mi hermana Orlinda y yo vivíamos en un piso compartido, en el barrio de Vallecas. Fue en aquella habitación, que hacía a la vez de salón, comedor y dormitorios, donde escuché, por primera vez, la historia de Camuñas. 
Ya había cumplido 5 años y Orlinda 3, cuando mi madre, embarazada de mi hermana Alicia, se puso de parto. Mi padre pensó que lo mejor era pedirle a su hermana pequeña que viniese a Madrid a cuidar de nosotras mientras ellos estaban en el hospital. Era mi tía favorita, guapa, moderna, juguetona, cariñosa... Además tenía unos zapatos de tacón de aguja, preciosos, que me encantaba calzarme, y 17 años locos. Con ella, no existía el aburrimiento.
Esa noche, nos acostamos las tres en la cama grande. Con tantas emociones, mi hermana y yo no podíamos conciliar el sueño y mi tía Nena, que así la llamamos, nos prometió un cuento de miedo: La historia de Camuñas. De lo que contó, solo permaneció en mi memoria el recuerdo de un personaje que se llevaba a los niños y que tenía unas uñas muy largas. 
Ahora ya sé quién fue, en realidad, el tal "Camuñas". Se llamaba Francisco Sánchez Fernández y el apodo le viene del pueblo toledano en el que nació. Fue uno de los primeros en luchar contra el ejército napoleónico que había invadido España. Tras la muerte de su hermano, a manos de los franceses, y la pérdida de uno de sus hijos, el tipo se convirtió en el más temido de los guerrilleros. Cuando los franceses lograron capturarlo, cosa que no les fue nada facil, lo acusaron de bandolero y lo fusilaron.
Para acabar con esta pre-historia, os diré que la famosa frase "¡que viene el Tío Camuñas!", en realidad, se gritaba entre las filas del ejército francés, a la menor sospecha de ver aparecer al que temían más que a nada y a nadie: el Tío Camuñas.
Con todo esto, me he dado cuenta de que el Camuñas inspirador de este cuento, no existió jamás. Solo fue fruto de la imaginación de una niña de 5 años que transformó, con el paso del tiempo y su imaginación, a un temido guerrillero en un brujo robaniños.
Para acabar, debo confesaros que es la historia con la que más me he reído de las que he escrito hasta ahora. Me reí a carcajadas mientras escribía el cuento, que se fraguó en plena M-50 (me gusta conducir y me inspira conducir) Lloré de la risa cuando lo compartí con los míos, que se reían también de lo lindo. Cuando comencé a escribirlo pensé que estaba haciendo un cuento para morirse de miedo, pero el resultado final fue un cuento con el que todos nos moríamos de risa. La culpa fue de la niña, Blanca, que desde que apareció se hizo dueña y señora de la historia.
Espero que lo disfrutéis y que os haga reír.

Podéis encontrar más información en http://www.oqo.es/editora/es/content/camu%C3%B1