viernes, 18 de febrero de 2011

MENUDA SORPRESA

A veces, las personas escondemos cosas.
Hay quien esconde su cartera, su diario secreto y los secretos en su diario.
Hay quien esconde un amuleto, una carta de amor, un recuerdo...
Hay quien esconde una manía, algún miedo e incluso una obsesión.
Cuando era pequeña, yo escondía mi hucha. No lo hacía por temor a que me quitasen el dinero, sino por temor a cogerlo yo misma y no lograr ahorrar lo suficiente para comprarme aquello que deseaba. Lo malo es que la escondía tan bien, que luego era incapaz de encontrarla y tenía que hacerme con otra. Llegue a reunir doce huchas, y es posible que aún permanezca alguna escondida en cualquier parte.
Hay personas que esconden muchas cosas, pero hay cosas que no deben esconderse, a fin de que el mundo entero las disfrute.
Anoche, mi amiga Silvia, sacó una voz maravillosa de su escondite.
Fue un placer escucharte. Gracias Silvia